30 de julio de 2010

YO RECUERDO... ((PARA MI HERMANA))



En respuesta a una entrada en el blog de mi hermana, se la debía desde hace un tiempo:
Yo recuerdo las tardes tirado en la manzana en la que estaba la carnicería corriendo hasta que anochecía, recuerdo cuando nos poníamos a hacer pinchitos y hamburguesas, limpiar bandejas y al final nos daban 500 pesetas el sábado, todo un botín para gastarlo en chucherías, recuerdo los veranos tirados en el piso haciendo ruidos con la espalda, el amanecer de los veranos en la casa chica cuando solo se escuchaban los pájaros y venía la sara a darnos los buenos días, ¿te acuerdas de cuando la trajo papa? Recuerdo con nostalgia los veranos que pasabamos los cuatro juntos papa, mama tu y yo, viajando a málaga inventandonos canciones como la del telediario, jugando al veo veo y tu sitio del coche que te ponías en él para salir antes que yo cuando llegabamos al destino. Echo de menos esos veranos, echo de menos cuando nos partíamos de risa hasta que mama se hartaba de nosotros y nos decía: "Después de la risa viene el llanto" y tenía razón, su zapatilla nos hacía llorar, jajaja.

Recuerdo cuando nos tirabamos en el huerto y comíamos melocotones recién cogidos, mientras el abuelo regaba, recuerdo los platos de aceite con mantequilla que nos ponía la abuela para desayunar y las camas en las que se criaron mama y el tito, la virgen fosforescente que si no la tenía no me podía dormir y ahora duerme con ella tu hijo, las siestas viendo la tele en casa de la abuela. Un coche rojo de policía que me regaló y la intriga de saber como funcionaba me hizo desarmarlo. Recuerdo la batería que me regalaron y tus portazos, la pecera, los gatitos pequeños en tu cuarto...

Cuando nos subíamos a la azotea a tirarnos arroz usando pajitas como cerbatanas, la pelota que tenía dos cuernos y con la que no parabamos de saltar, las clases de verano y los cuadernillos rubio, vacaciones santillana, el pajar donde se escondían los gatos en la granja de pepe rosal, tengo un vago recuerdo de cuando arrastre el colchón hasta el cuarto de baño y que siempre me lo decía la abuela, aunque ya no, espero recordar por mucho tiempo los buenos momentos compartidos contigo y con la familia, porque aunque no te lo diga, te quiero y echo de menos esos pequeños momentos en los que reíamos, llorabamos, me hacías pensar, disfrutar, rabiar... en fin todo lo que suelen hacer las hermanas mayores. Gracias por haber formado gran parte de mi infancia.

26 de julio de 2010

HARTO Y CANSADO


Ansío morir cuando no hallo la salida
abandonar sin pensar en quién se queda atrás,
la momentánea furia me hace odiar la vida
deseo irme para no volver jamás.

Puede que tan solo sea un colapso
en la aplastante lógica de mi mente,
una sobrepresión que me hace imaginar
mil y una formas de muerte.

Puede que el cansancio haga de mí una víctima,
me faltan fuerzas para respirar,
puedo notar como mis ideas desvarían.
Dulce brisa nocturna tráeme la paz
y después, después tal vez vuelva a caminar.