No existe más verdad que la que estés dispuesto a asimilar,
no existe más mundo que el que alcanzas a sentir,
el tiempo solo es fiel a la relatividad
y esta jamás te dará la razón a ti.
Existen millones de maneras de plantearse la realidad,
tantas como personas en la faz de la tierra,
las leyes humanas no son más
que otra burda forma de organizar el agua y las piedras.
No existe basura radiactiva, no existe química mala,
lo que sucede es que los humanos somos tan estúpidos
que estamos limitando la habitabilidad del hábitat.
El uranio ya existía antes de que tú razonaras
y sin la química sería imposible la existencia de nada.
Las barreras del acceso a la verdadera libertad
que todas las personas anhelamos derribar
son las que nos ha impuesto la sociedad.
Nacemos, atados de pies y manos
prisioneros hasta adquirir conciencia
y cuando el albedrío nos permite dar los primeros pasos
buscamos grilletes que mantengan nuestras certezas.