Tan solo levitante ceniza en un incendio
muestran ser los sentidos humanos ante la naturaleza,
que de miles de sensaciones se compone el universo
a pesar de nuestra torpe terqueza.
Para saber apreciar un beso
no hace falta ser poeta
si se nace con el corazón abierto
y una bien armada cabeza.
Exprimiendo los detalles
para extraer su grandeza
capturando los momentos al vuelo,
demasiado leves sensaciones
y un sentir muy intenso.
Vida, dame hierro hasta que muera
me das aire, quieres carne y yo soy hueso.
Y yo... quiero hierro.
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