25 de noviembre de 2012

LIMITACIONES HUMANAS




No existe más verdad que la que estés dispuesto a asimilar,
no existe más mundo que el que alcanzas a sentir,
el tiempo solo es fiel a la relatividad
y esta jamás te dará la razón a ti.

Existen millones de maneras de plantearse la realidad,
tantas como personas en la faz de la tierra,
las leyes humanas no son más
que otra burda forma de organizar el agua y las piedras.

No existe basura radiactiva, no existe química mala,
lo que sucede es que los humanos somos tan estúpidos
que estamos limitando la habitabilidad del hábitat.
El uranio ya existía antes de que tú razonaras
y sin la química sería imposible la existencia de nada.

Las barreras del acceso a la verdadera libertad
que todas las personas anhelamos derribar
son las que nos ha impuesto la sociedad.

Nacemos, atados de pies y manos
prisioneros hasta adquirir conciencia
y cuando el albedrío nos permite dar los primeros pasos
buscamos grilletes que mantengan nuestras certezas.

11 de noviembre de 2012

VOMITAR COMO LOS ABUELOS



Los vómitos de los ancianos
son más fríos que tu aliento,
son un martillo que golpea
la tontería con la razón
e intento vomitar si digo,
que para ti no tengo corazón.

Las modas son el invento
favorito de los girasoles,
hoy día cualquier jaramago
llena el campo de flores.

Liantes de trileros sobran
jaleadores de aduladora voz,
ni la farsa conoce palabras
que su padre no le enseñó.

Aúllas a Dulcineas fornicables
aprovechando sus ansias de placer,
te alimentas vampíricamente
de cualquier abrazo infiel.

Tal vez mi poesía jamás
alcance a levantarse del suelo,
pero mis dedos acudirán a mi campanilla
para vomitar como los abuelos.

3 de noviembre de 2012

A PESAR DE LAS TORMENTAS...



La vida no es un camino
de pétalos dorados,
la lluvia nos mojará
y terminaremos empapados.

Pero ten bien claro
que por cada gota de agua
que se estrelle en tu cuerpo,
te secaré con mi amor
el sufrimiento que te produzcan,
las lágrimas y el dolor.

Sacaré de tu alma la tristeza
curándote las heridas,
permíteme ser quién calme tu llanto
y te acompañe en el tránsito de la vida.

Yo, me mantendré fuerte junto a ti,
respírame para alcanzarte completa
dilúyeme en tu sangre sin que se derrame
que seré tierra firme en tus tormentas.

Cuando escampe, sentirás mi calor
animándote a abrir tus alas y volar,
te deseo libre, expresiva, fulgurante...
Como nunca nadie te vio jamás.