...pienso que echo de menos el calor del sol en las noches frías, porque puede haber millones de estrellas o incluso más, pero a mi solo me calienta mi sol, ese que hace latir mi corazón tan solo con verlo, ese sol que mantiene erguida mi esperanza.
Soy una persona mas bien callada, prefiero pensar y crecer en mí, que no hablar para nadie, porque nadie escucha hoy en día, nadie lee, el mundo se va al carajo porque todos nos creemos el centro del mismo y no es así, como dijo una persona a la que admiro, el gran Ernesto Guevara, "nadie es imprescindible."
Hoy como mas de una vez, me siento en mi soledad, rodeado de todos ustedes, pero nadie me comprende, hace falta una vida para conocerme y no os pido que lo intenteis ni si quiera. No os pido que me admiren ni que me alaben, tan solo quisiera pedirles y ustedes creen que no, pero ya es mucho, quisiera pedirles que respeten a las demás personas, porque no estamos solos en este mundo.
He reflexionado mucho sobre la vida, no alargaré esta reflexión inutilmente, solo les digo que aprobechen el tiempo que tienen ahora, porque no vuelve, pero de esta y otras reflexiones es tontería que intente convenceros, porque de una cosa estoy seguro y es que el ser humano aprende a palos, así que, y ese es el sentido de la vida, aprendan de los palos de la vida y sean más humildes, ustedes no son ni los primeros ni los últimos en este mundo.
Un amigo mío tiene puesto en el tuenti algo que me encanta, y dice algo así: "Para ser sabio se necesita una filosofía propia" y bien, yo no soy sabio, pero estoy en camino, la verdad que no soy experto en política, ni de ninguna ciencia tengo carreras ni estudios superiores con matrículas o algo parecido, intento ser bueno en lo mío, no se como hago que todas las personas que me conocen me aprecian, o eso pienso.
Quisiera darles las gracias a todos, por existir, porque ustedes hacen de mí la persona que soy hoy en día tanto para bien como para mal, esto no es una despedida, más bien es una carta de presentación para lo que pretendo que se convierta en mi libro de reflexiones.
Por último me gustaría darles un consejo que me dio una persona a la que admiro profundamente y de la que no dejo de aprender: "Recuerda que donde quiera que vayas tienes gente que te aprecia."
De nuevo, gracias a todos.
Saludos, cuidense.
Luis Javier Baena Gómez
