24 de abril de 2011

DISFRUTAR DEL AIRE

He cambiado las puestas de sol
con el viento acariciando mi rostro
por las luces artificiales de los edificios
y noches pardas con el cielo roto.

Las vueltas por el campo con mis perros
por un paseo matutino en el metro de Madrid,
las tardes compartidas con mi familia y amigos
por un trabajo que me permite sobrevivir.

He cambiado el contacto con la naturaleza
y una vida de tranquilidad y esparcimiento
por prisas, agitación y nerviosismo sucedidos
en inmensas superficies de hierro y cemento.

Y es que aunque a veces vengan hedores detestables
hay que intentar disfrutar del aire
para que cuando las mejores esencias nos rodeen
sepamos disfrutar de ellas como nadie.

17 de abril de 2011

PARA MI SOBRINO

Existen sentimientos que resultan
complicados de detallar con palabras,
hay una persona en este mundo
que me gana con su mirada.

Es capaz de hacerme reír a carcajadas
y en un instante me echa a llorar,
partiéndome en pedazos el alma
si la pena se le atreve a acercar.

Él puede sin apenas fuerzas doblegarme
le dedicaría mi vida sin reparo alguno
es un encanto, mi niño, un ángel.

Me hizo viejo el día que nació
y desde antes de ese día
lo llevo amarrado en mi corazón,
mi lindo y queridísimo niñito
recuerda que por muy lejos que me encuentre
siempre piensa en ti, tu tito.

10 de abril de 2011

ESPERANZA



Escondo mis llantos entre bostezos,
hago de mis penas largos silencios
para intentar disimular mi melancolía,
para que no se note la tristeza
que habita en mi estos días.

Cuando existe demasiada distancia entre uno
y las razones que le dan sentido a esta vida
se vive con la esperanza
de que cambie todo algún día.

Se lucha con la fuerza que da la ilusión,
se avanza con el poder de los sentimientos
que traen los recuerdos al corazón,
y aunque la vida sea un suspiro en el viento
se sabe que todo puede volver a ser como antes
por eso se lucha, por eso se avanza, por eso se hace.

3 de abril de 2011

LA CAPACIDAD DE SORPRENDERNOS

Despreciamos el vuelo del gorrión
cuando vemos un cuervo volar
y cuando contemplamos al águila
nos sucede algo similar.

Tal vez sea nuestra educación consumista
por lo que no nos permitimos disfrutar de la belleza,
el temprano hartazgo de lo que nos rodea
es producto de falsos pensamientos en nuestras cabezas.

Deberíamos conservar al niño que llevamos dentro
admirando cada detalle que ofrece la vida
y aunque con el tiempo perdamos la inocencia
la capacidad de sorprendernos no debería ser perdida.