En mi eterno caminar hacia la primavera
me encuentro con amaneceres nublados
que perturban mi pensativa cabeza
y me vuelven oscuros los días livianos.
Dejo entrever la oscuridad
en el reflejo de mis ojos
aunque me pese declarar
que dentro de mí, me siento solo.
Se oyen voces que intentan clarear el día
pero a pesar de su voluntad,
hoy la simiente no puede dar vida.
A veces, deseo la noche eterna
para no volver a ver las nubes
a veces, vivir en mí es una condena
por mi gran corazón, mi alma se consume.
Pero sin esos días oscuros y nublados no podrías advertir y disfrutar más los días de sol que renacen con claridad.
ResponderEliminarAnimo compañero... te envío desde mi lugar saludos y besos... Deseo con el corazon, que esas nubes negras se alejen... Así que se te envío tambien un graaaaan soplido... jejeje
Pero que tristeza amansas poco a poco bajo tu cama, que la luz entre firme por tu ventana, dejala entrar, que la simiente hoy nazca, alta y fuerte, y las nubes, las nubes se soplan y saldrá alegre el sol de tu alegría, no te atontes!!
ResponderEliminaraveces es solo aveces...
ResponderEliminarMe llevo la ilustración para una publicación mía.