Todo tiene un final

Es cierto que ahora me nublan las ideas la tristeza y el dolor, me encuentro demasiado irascible estos días y más apagado de lo normal, solo con ganas de llorar. No voy a declarar aquí el porque de todo esto.

No voy a abandonar después de 22 años de penas y alegrías, pero a veces se me pasa por la cabeza y me gustaría poder hacerlo sin que ello tuviera consecuencias para las personas a las que les importo, como si tan solo fuera un borrón en sus vidas, alguien que han visto pasar por la calle y enseguida olvidan. Si así fuera abandonaría.

Para que haya un inicio primero es necesario un final, y a veces romper con lo que se tiene es demasiado doloroso, pero no todo en el mundo depende de mí, así que no doy mi palabra de como será el futuro, me limito a hacer mi parte y a esperar que suceda lo que tiene que suceder, porque así es la vida.

Mi vida no es un juego para mí, todo lo que hago tiene una razón, y solo intento lo mejor para mí y para la gente que significa algo en mi vida, aunque ellos no se den cuenta.
Me duele ver como se va el tiempo y las personas que me rodean y a las que aprecio lo desperdician en tonterías, ese tiempo no volverá y lo que hayamos hecho es pasado y siempre estamos a tiempo de rectificar nuestros pasos. Aunque cada vez queda menos tiempo.

Soy joven, pero estoy bastante centrado, se que la vida nos brinda muchas oportunidades, pero vivo cada una como si fuera la última y por eso sufro demasiado, porque pienso que puede no venir la siguiente.

Todo el mundo tiene problemas y a cada uno le afectan los suyos, me he mal acostumbrado a ayudar a los demás y dejarme de lado aunque siempre he llevado mi vida lo suficientemente bien.

Mi mayor problema es no poder solucionar los problemas que me afectan pero que no dependen de mi, eso ya me creo una vez una crisis de ansiedad, ahora, se que tan solo el tiempo es quién trae y se lleva los problemas, ahora se que las preocupaciones, los miedos, los temores y todo lo que nubla nuestra mente es pasajero, porque tarde o temprano el problema mayor que debemos afrontar es nuestra propia muerte y es el único que no tiene solución.

Así que les animo a todos para que luchen en la vida, por muy hundidos que estén, quiero darles fuerzas desde aquí abajo porque todo pasa, todo tiene un final. Y de nuevo…
…la vida sigue.