11 de octubre de 2010

DURO CAMINO

Tremendo varapalo atenta al corazón
cuando entra en casa la enfermedad del olvido,
pues el alzheimer no atiende a ninguna razón
y poco a poco se va perdiendo al ser querido.

La impotencia me ahogaba en un mar de lágrimas
porque resulta inútil cualquier esfuerzo
la vida del cuidador es la que más desgasta
en la enfermedad sin retorno del olvido inmenso.

Y es que solo a base de información
es posible comprender esta desgracia
la persona deja de estar, no existe,
la única forma de comunicación es ver
sus gestos, sus miradas, si se rie o está triste.

Aunque se luche con todo el coraje del mundo
los cuidadores somos personas corrientes
y como cualquier otra persona
necesitamos a alguien al lado que nos aliente,
que nos acompañe en este duro camino,
son indispensables la familia y los amigos.

2 comentarios:

  1. La enfermedad del olvido, el desgaste del cuidador... cuando el alzheimer entra en una casa, afecta a toda la familia, el mundo se viene encima, porque afecta a todos en su conjunto. El dolor se mezcla con la impotencia de no poder hacer mas de lo que se quisiera realmente.
    Enhorabuena por éste poema, a pesar de su dureza, lo has sabido transmitir de una forma sutil y con entereza.
    Besos.

    ResponderEliminar
  2. Gracias por tu comentario, intento expresar fielmente cada cosa cuando escribo una poesía. Un saludo.

    ResponderEliminar