31 de julio de 2009

POR UNA LÁGRIMA TUYA



Si es necesario, que los buitres
despedacen mi maltrecho cadáver,
no me importaría ser devorado,
por un puñado de hienas salvajes.

Si el verme de tal forma fuese
consecuencia de una lucha sin cuartel,
en la que hubiera estado en juego
tan solo una lágrima resbalando por tu piel.

Porque podría soportar la tortura,
la oscuridad eterna en mis ojos,
pero nunca sería tan fuerte
para ver como cae ante la tristeza
la persona a la que más añoro.

Que de aquel que se atreva a dañarte
se apiaden donde quiera que vaya,
porque incluso después de mi muerte
sufrirá mi ira en sus entrañas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario